Habiendo extensiones de programas de televisión educativos, libros digitales y variedad de plataformas que le pueden dar ideas a los papás de divertirse con sus hijos o pasar un rato agradable con ellos, los niños menores a 20 meses prefieren los dispositivos de sus padres, que decir de los que tienen la edad ente 7 – 15 años, quienes se inician en el mundo de las redes sociales y muchos de ellos sin consentimiento , otros tantos sin la supervisión adecuada, mientras que la minoría vive como los niños de los 90’s. Seamos realistas esta nueva generación tiene el nuevo mundo a su alcance, pero este les limita la realidad.
Con una puesta en escena que apuesta por la diversión e interacción al público más difícil que puede existir (los niños), con 3 actores, una pequeña escenografía y la sonrisa de cada uno dan vida a “Caperucita Roja” que, si bien no es la versión de los hermanos Grimm con la que seguramente muchos crecimos, la esencia sigue siendo la misma. Pues era más que evidente que tarde o temprano el cuento debía evolucionar sino en sus textos, si en sus representaciones de teatro. Y que mejor guion y adaptación que por parte de la directora Sandra Díaz, quien decidió tomar batuta y demostrar que el teatro independiente puede igualar o generar más impacto que el teatro de grandes productoras.
En esta nueva versión veremos a Caperucita interpretada por Ianella Vaoni, quien da la bienvenida con una canción a los espectadores, veremos un nueva Caperucita, quien, como muchos adultos y niños, no pueden dejar el teléfono celular, pareciera que la vida depende de ello, pues desde las ubicaciones para llegar a cualquier lugar hasta las benditas redes sociales, que desde temprano no puede faltar la publicación de “buenos días” en los muros hasta agregar desconocidos.
Ianella interpreta a una Caperucita en plena infancia, por lo cual los niños se pueden llegar a sentir identificados con ella, pero es una Caperucita moderna, que si bien vive en el bosque no le impide tener un teléfono inteligente que le ayuda en su vida cotidiana y a la par lo anuncia en redes sociales, el uso que le da es desapercibido por la mamá, pues no la orienta a dale un mejor uso y a distanciase del aparato por unos minutos.
Pero la persona encargada de hacerle ver a Caperucita que no todo lo bueno y bonito es cierto en las redes sociales es el “Hada del bosque” interpretada por Tábatha Naomi, quien será la persona más cercana y de confianza, pero además de eso advierte a los niños del mal uso que muchas personas pueden dar a las redes.
Tábatha es la encargada de tener un poco más de interacción con los niños, el desglose de lo que debe transmitir a los pequeños es más que entendible, palabras exactas y retroalimentación de los pequeños hacen que su papel se vuelva fundamental en la historia, preguntas y respuestas, un feedback bien llevado y reforzado, algunas piezas musicales con ella y efectos de luces acompañan su presentación, encarga de hacer ver a los adultos presentes que están fácil transmitir un mensaje positivo a los niños y que solo le llevo una hora, acompañada de risas, regaños a Caperucita pero nunca dejando de ser su amiga.
Pero la historia no está completa sin un “Lobo” interpretado por Adrián Chiquini, que si bien es el personaje que más respeta su versión original, será el encargo de engañar a Caperucita a través de las redes sociales haciendo ver a los papás que para él fue fácil crear un perfil falso en cada una de las redes, reflexionando que si bien en esta obra el lobo es la única amenaza del bosque, en la ciudad y el mundo hay más y perores lobos que él.
Cada día, semana, mes y año, se vuelve muy común ver a niños en Facebook, mandando o agregando personas que no conocen, arriesgando su misma información, como consecuencia tenemos los juegos que se volvieron virales como “La ballena azul” o el gato que habla, que a raves de la cámara web del celular podían ver las actividades de la familia, mientas mantenían una conversación con los pequeños.
En conclusión, Caperucita Roja, la obra que se presenta en LOBO Estepario en el centro de Coyoacán (Higuera #17) es la obra que nos lleva a ver más allá de lo que vemos en redes sociales, pues reflexiones, enseñanzas y mensajes son lo que hacen a este teatro independiente volverse especial a cualquier espectador.
¿Se quieren divertir? Sábados y Domingos a las 16:30 horas Sataia teatro y RetroFilm te invitan
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