Se estrena el 1° de noviembre en México
Revolución cinematográfica es lo que vivimos hoy en día y que tras ver el inicio de la cinta del director Tim Miller (director de Deadpool) nos deja mucho que pensar, pues pareciera que no estudio los acentos, comportamientos y estructura de la Ciudad de México, pues nos recibe con una bofetada a la cara la cual va dejando de arder conforme avanza la película y toma un buen rumbo.
Envueltos en la euforia de ver a los primeros actores que dieron vida a los personajes como Arnold Schwarzenegger (Terminator) y Linda Hamilton (Sarah Connor) es lo que hace que no salgamos de la sala en los primeros minutos, pues es fuente principal para saber que pasó por sus vidas en todo este tiempo, donde recordemos que Sarah junto a su hijo John cambió el futuro donde los “Terminators” aniquilarían a la especie humana.
Tomando en cuenta que “Dark Fate” quiere abarcar un mercado más amplio con este reinicio de la franquicia y que trata de hacerlo latinoamericano comenzando por México, es importante resaltar los puntos clave de las cintas anteriores, pues marcan el panorama a lo que veremos próximamente, no obstante, la congruencia de los años que están marcando entre cada película.
Realizar escenas de acción lleva semanas de preparación para los actores y años para los dobles, lo cual se agradece por las escenas de acción que están en pantalla, en esta entrega no se quedan atrás ya que las coreografías realizadas son buenas casi en su totalidad, algunas no tanto ya que fueron opacadas por los efectos especiales que quedaron en evidencia.
Obligaciones contantes en la película, pues vivimos en la época donde la mujer levanta la voz para tener más papeles protagónicos y Termintor: Dark Fate, lo hace de muy buena manera, los roles protagónicos de Natalia Reyes y Mackenzie Davis, hacen un buen trabajo, tanto en escenas de acción como en momentos duros por el cual el personaje vivió. Pues más allá de estar atrás de una pistola y tener diálogos que bien le quedarían a un personaje masculino, logran equilibrar la balanza dejando un buen que ver.
En conclusión: Pese a errores tan fuertes que parecen burlas a la CDMX y sobre todo mostrar que lo mexicanos son indocumentados en Estados Unidos, la película logra retomar la esencia de lo que hemos vivido con Terminator, la evolución de personajes y el cambio de estafeta es adecuado para las nuevas generaciones.
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