Una oportunidad para revivir esas historias que dejaron su sello en Hollywood, que hasta el día de hoy es inevitable seguir viéndolas.
Desde la edad de oro hasta los años 80, Hollywood tuvo un recorrido en el mundo del cine, que ha dejado su huella hasta el presente. Fueron los directores de esas épocas que se atrevieron a explorar los géneros, logrando los éxitos taquilleros e inspiraciones para los directores de hoy. En octubre, es momento de revivir esos filmes que hicieron reír, llorar, suspirar y sumergirse en el carril de los recuerdos con cintas como El Guerrero Solitario (Heartbreak Ridge, 1986), Misión de dos valientes (Two Rode Together, 1961), Hora de Angustias (Knock on any door, 1949) y Gilda (Gilda, 1946) en el Especial Franja Clásicos.
El especial sigue el lunes 19 de octubre con Misión de dos valientes (Two Rode Together, 1961), a partir de las las 9.30 (COL / MEX) / 12.30 (ARG / CHI) horas. Los familiares de los prisioneros blancos secuestrados por los comanches presionan al ejército federal para que los rescate. Al cínico comisario de Tascosa, Guthrie McCabe, lo convence el comandante Frazer para que se encargue de negociar con los indios la entrega de los cautivos. Le acompañará en su misión el teniente Gary. El filme está protagonizado por James Stewart y Richard Widmark.
Para el viernes 23 de octubre, a las 8.00 (COL / MEX) / 11.00 (CHI) / 11.40 (ARG) horas, la apuesta va de la mano con Hora de Angustias (Knock on any door, 1949). Un prestigioso abogado liberal, surgido de los barrios bajos y la pobreza, asume la defensa de un joven delincuente acusado de asesinar a un policía. El filme está dirigido por Nicholas Ray, y protagonizado por Humphrey Bogart.
Para finalizar, el miércoles 28 de octubre, a las 10.30 (MEX) / 11.30 (COL) / 13.30 (CHI) / 13.50 (ARG) horas, llega Gilda (Gilda, 1946). Charles Vidor retrata un complejo triángulo amoroso en este film noir de 1946 protagonizado por la diva Rita Hayworth. Seductora y provocadora, es el pivot de los conflictos de la historia, que comienza cuando el delincuente Johnny Farrell (Glenn Ford) es salvado de la muerte por Ballin Mundson (George Macready), el no menos delincuente dueño de un casino en Buenos Aires. Farrell se convierte en la mano derecha de Mundson y los dos establecen una relación de total lealtad. Hasta que el poderoso jefe le presenta su mujer, la escultural Gilda (Hayworth), a quien Farrell conoce muy bien y de la que no tiene buenos recuerdos. Cuando le encargan vigilarla y hacer que se mantenga fiel a Mundson, él finalmente vislumbra su gran oportunidad de venganza. Preste atención al célebre número de danza presentado por Hayworth, "Put the Blame on Mame", una verdadera confirmación de la frase nunca hubo una mujer como Gilda.
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