A pocos meses del plebiscito que sacó a Augusto Pinochet del poder, varios grupos de chilenos se juntaron en las montañas para intentar sociedades civiles lejos de la urbanidad de Santiago. En esa especie de paréntesis histórico ocurre un verano definitivo para los jóvenes protagonistas de Tarde para morir joven, quienes vivirán el amor adolescente, la fraternidad y la soledad envueltos en un modo de vida que no podía sostenerse por mucho tiempo. Premiada como mejor directora en los festivales de Locarno, Gijón y la UNAM por esta película, Dominga Sotomayor rescata la atmósfera de su niñez para plasmarla en una visión de ensueño, que podrá ser vista en la Cineteca Nacional del 30 de junio al 5 de julio como parte del 39 Foro Internacional de Cine.
Comments