En el principio solo existía el vacío, no había océano que ocupará su vasto imperio, ni árbol que levantase sus ramas o hundiera sus raíces. Más allá donde el abismo, se formó una región de nubes y sombras llamadas Niflheim.
Ragnarok es la nueva serie disponible ya en catálogo de originales en Netflix, que se ocupará de tomar grandes mensajes además de un poco de historia de dicha mitología que a la par se mezclará con el activismo del medio ambiente y su conservación.
Para comenzar la serie que consta de 6 capítulos, nos llevarán hasta Noruega en una ciudad ficticia llamada Edda, una ciudad que muere lentamente, ríos y glaciares contaminados, ciudadanos que enferman y empresas que no ven por ellos, ni por el bien ambiental, lo único que interesa es generar más ganancias, mostrando una división de la clase alta que hace lo que quiere y una clase media que debe callar.
¿Pero qué congruencia tendría con los Dioses antiguos?
Es Justamente un guión bien estructurado lo que ayuda a toda la historia, pues por años los gigantes (en cuerpos de humanos) se han apoderado de la ciudad de Edda, y que, a diferencia de la humanidad, ellos no envejecen y con el paso de los años han visto la “evolución” de humanidad y los avances que han realizado.
Con los gigantes buscando poder absoluto es como conoceremos a “Magne” (David Stakston) un chico de preparatoria que tiene problemas de dislexia, concentración y un trauma tras la muerte de su padre, su llegada al pueblo de Odda junto a su hermano “Laurits” (Jonas Strand Gravli) quién salto un par de años y va al mismo nivel de Magne, además maneja un estilo emo y también la popularidad, junto a su madre “Turid” (Henriette Steenstruo) quién busca que sus hijos selgan adelante y a pesar de no tener un papel un poco más relevante, es la típica que mamá que muchas veces es sobreprotectora.
Magne se adaptará rápidamente a la escuela y que pese a sus problemas conocerá a “Isolde” (Ylva Bjorkaas) ella se convertirá rápidamente en su mejor amiga y pieza fundamental de la trama que seguirá la serie, pues ella es una influencer que se dedica a cuidar el medio ambiente de Odda y que la empresa responsable al daño “Jutul” sea expulsada de Noruega.
Magne poco a poco verá que él es el elegido para poseer el poder de Thor, los poderes que le han sido cedidos se revelarán, pero la adaptación a ellos es un proceso largo y tanto parecido a Spiderman de Toby Maguire. Momentos divertidos e inclusive un par confusos le dan un perfil misterioso a la serie lo cual le ayuda a no caer en sagas juveniles donde la trama inicia bien y termina siendo un chiste.
Al inicio de cada capítulo se hace una breve descripción del significado del título de cada uno, pero a la par un significado nórdico, la cual vuelve más interesante de ver.
El final de la temporada deja las puertas abiertas a la segunda, que solo el tiempo dirá si Netflix seguirá con esta propuesta que al parecer le funciona bien, pues esta es una serie en la era moderna con trazos de historia importante.
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