De los directores Cristóbal León y Joaquín Cociña y guionista Alejandra Moffat, presentan una película stop motion relatando la colonia alemana en Chile, mostrando como es que se vivió la época, pero con una base cuentos de los hermanos Grimm.
Y es que parte de la historia de Chile se da con la Colonia Dignidad, un asentamiento que se utilizó como el centro de tortura por parte del dictador Augusto Pinochet entre los años de 1973 y 1990, pues ciertamente se convirtió en la secta de poder más grande al sur de Chile, en el cual años antes habían pasado por el exterminio de los nazis. Un paso enorme es el que estás personas decide dar con la película, pues con gran inteligencia han logrado plasmar esos momentos, pero también sirve a la par para dar un viaje al mundo, abrir ventanas y de un segundo a otro pasar de estar en Chile a México y de México a Holanda.
En esta cinta conoceremos a María, una joven que se oculta del lobo en una casa a mitad del bosque, pero esta no solo es una casa, esta se convertirá con el tiempo en una extensión de ella, que tras el paso de los días se convertirá en el lugar donde sus peores pesadillas se convierten en realidad. María se convertirá en nuestra guía en toda la historia, y nos cuenta por que debe escapar del lobo, la cual se puede entender como la secta nazi de la época, a la par conoceremos a dos cerdos que conforme vaya avanzando el largometraje estos irán evolucionando, hasta convertirse en “sus hijos” o “acompañantes” pero con un sentido mayor.
Temas fuertes como el racismo, discriminación, religión, etc., se presentan la película, lo cual lo hace muy pesado de ver, pues los sentimientos de desesperación y frustración abordan las salas de cine, no solo visualmente, sino también con la ayuda del audio y algunos diálogos, comienzan a ponernos en una situación complicada y se desea en determinado momento parar de ver el largometraje. Afortunadamente el juego de música ayuda a que las sensaciones pasen y nos transportan a otra situación.
Con un plano secuencia increíble la historia se desarrolla con un estilo único, el movimiento de pinturas, cuadros, puertas, colores y escenografía atrapan al espectador, pues los movimientos o apariciones de los personajes se ven bien animados, no hay problema con las proyecciones de lugar donde se encuentran en cada cuadro de la historia pues la música juega un factor importante.
Es muy importante tener por lo menos la noción de esta parte de la historia chilena, pues realmente es necesario, nos podemos llegar en blanco a la historia ya que esto podría resultar aburrido y nada entendible al espectador. Es el claro ejemplo de película que necesitamos para motivar a saber de historia.
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