En la ópera prima de los cineastas chilenos Joaquín Cociña y Cristóbal León, se narra la vida de María, una joven que escapa de una secta religiosa y se refugia en una casa que se transforma conforme su angustiada psicología pasa por fases fuera de su control. Filmada en un periodo de cinco años y animada en stop motion con maquetas diseñadas en tamaño real, La Casa Lobo juega con los géneros de fantasía y horror para hacer una mórbida alegoría de los traumas de la guerra política. Con una trayectoria alrededor del mundo, con la que ha cosechado diversos reconocimientos como el Premio Caligari, del Festival Internacional de Cine de Berlín, además de la mención especial del jurado en el Festival de Cine Animado de Annecy, La Casa Lobo sobresale por la relevancia de sus comentarios sociales y su rigoroso proceso fílmico. Seleccionada en el 39 Foro Internacional de Cine, podrá verse en la Cineteca Nacional del 10 al 15 de julio.
"Una historia visualmente interesante, rica en referencias y perturbadora sobre el delirio mental de una joven. Esta película extraña ofrece una experiencia inquietante".
Jonathan Holland
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