Divino amor es un película con tintes futuristas que nos sitúa en un Brasil en el 2027, un país con ciertos avances tecnológicos y con una devoción a Dios cada vez más fuerte y más normalizado.
Joana es una mujer cuyo mayor sueño, es convertirse en madre junto a su marido, por lo que prueban distintos métodos para fertilidad pero no parecen tener resultados.
Ambos son fieles creyentes de Dios y de los milagros y recompensas que él les otorga por lo que mantienen la fe de que en algún momento ellos se convertirán en padres. Como buenos creyentes pertenecen a una concreción llamada divino amor, cuyo fin es proteger y conservar el amor de las parejas que ahí participan, por lo que realizan distintas actividades, desde lecturas, cantos, algunos ritos y, también utilizan la sexualidad para tener un contacto más cercano con Dios.
Al mismo tiempo Joana trabaja como notaria en el área de Divorcios, por lo que aprovecha su puesto para tratar de “rescatar” a estas parejas del divorcio, a cada pareja trata de convencerlos de darse otra oportunidad y los invita a su congregación del divino amor, ella cree estar haciendo una buena acción y como recompensa Dios le dará el hijo que tanto desea.
Pero pasa el tiempo y comienza a desesperarse, piensa que ha sido una buena cristiana y le reclama a Dios por no permitirle ser madre, hasta que sucede el
milagro…
Joana se da cuenta que está embarazada y le cuenta a su marido, él lleno de felicidad se lo comunica a toda su concreción, pero muy pronto se dará cuenta que el bebé no es de su marido, y no solo eso, al parecer no es de nadie de en este mundo terrenal. Al enterarse, las demás personas piensan que ha pecado y poco a poco la van aislando de la comunidad, lo que para ella es una gran injusticia, pues su único pecado era amar demasiado a Dios.
Divino amor nos muestra un país que podría ser real en un futuro no muy lejano, donde se utiliza la tecnología, la burocracia, y la fe para tener un mayor control de la población.
El filme es una gran combinación de detalles técnicos, sexualidad y religión que dan como resultado una gran película que te hace preguntarte que tan libres somos dentro de un mundo lleno de rituales, controles, y burocracia. Divino Amor forma parte de la 68 Muestra Internacional de Cine que presenta la Cineteca Nacional de México. Su director Gabriel Mascaro es además guionista y un artista brasileño, y es reconocido por su trabajo documental, Divino amor es su tercer largometraje de ficción.
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