Dirigida por Olivia Wilde, a quien conocemos por sus actuaciones en las películas “Cowboys and Aliens”, “Si fueras yo” y “Tron: El legado”, debuta ahora como directora en el cine presentando “Booksmart”.
¿Qué vemos en pantalla?
Una historia de dos amigas “nerds” Amy y Molly, que toda su vida han estado pegadas a los libros, sin un momento de libertad, sin conocer las fiestas y hacer más amistades. No es hasta finalizar la preparatoria cuando se dan cuenta de ello, pues los roses constantes con los estudiantes que se la viven en fiestas alimentan el ego de ellas, pues se sienten superiores y se los recalcan constantemente. Después del conflicto inicial se dan cuenta que sus compañeros también han calificado a universidades de prestigio, y han disfrutado de fiestas y tener amistades en toda la escuela.
El debut de Olivia Wilde mostro una historia irreverente y con una forma única de hacer de cine y plantear a los personajes, pues logra juntar la fantasía con encuentros sexuales o inclusive se puede ver a los personajes caricaturizados y no causar mayor conflicto con nosotros, pues los momentos de comedia (no todos) encajan con el entorno que maneja la película. En realidad, algunos clichés, y algunos chistes que rebasan la línea de lo divertido, pero en general haciendo reír a más de uno en la sala.
Desde las protagonistas es aplaudible pues han demostrado una química entre ellas, pareciera que, si son amigas desde hace mucho tiempo, siguiendo con la ruptura de estereotipos que ya hemos visto antes en cine, con películas de la misma temática, donde tenemos al “Deportista talentoso” o a la “Chica popular” haciendo todo más tangible y real, mostrando inclusive historias de los mismos y viendo el origen de su conducta o comportamiento frente a ellos.
Plantear una historia con el final de la preparatoria, jóvenes con la hormona disparada funciona bien para su debut, quizá el título “Las noches de las nerds” sea un obstáculo para llamar la atención, pues no es algo que atrape o de curiosidad de poder pagar una entrada. La realidad es distinta, pues una película bastante digerible y a veces con cuestiones que nos podemos identificar.
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