El remake dirigido por Fernando Sariñana, tiene como protagonistas a Andrea Legarreta (quien con esta cinta marca su regreso a la pantalla grande) y Gabriel Altomaro con los papales de Cassandra y Gabriel respectivamente, ponen en la pantalla ahora con la esencia mexicana, a una familia de “clase media” donde Cassandra es la ama de casa y no tiene tiempo para ella y ni siquiera para ejercer su carrera como abogada. Por otra parte, tenemos a Gabo, el papá desentendido de la familia, pues siempre se encuentra en el trabajo en su lucha constante por ascensos y no sabe lo más elemental de su familia.
La cosa se pone interesante cuando Cassandra decide tomase un descanso de varios días, dejando a Gabriel solo en casa con sus hijos, donde el mayor reto es mantener en pie a casa sin descuidar a los hijos y sus respectivas actividades, además de continuar con su trabajo.
A pesar de ser un remake, en esta versión que ahora se siente muy nuestra, podemos ver escenas típicas de la vida real, pues la mayoría de las veces pensamos o se habla del trabajo de la mamá en la familia es muy sencillo, por lo cual no amerita un agradecimiento o alguna salida, pues pensamos que las labores domésticas se resuelven en cuestión de minutos y tienen el resto del día para disfrutar plenamente. Sin el uso excesivo de groserías, lograrán conectar con la audiencia, pues algo que últimamente caracteriza al cine mexicano son el exceso de las mismas o algún tipo de desnudo, lo cual “Mamá se fue de viaje” maneja otro tipo de ambiente donde demuestra que no se necesita de eso para poder tener un entorno agradable.
A pesar de la comedia que maneja hay chistes que no encajan dentro de la película y por lo mismo pasan muy desapercibidos.
El mensaje de la familia y la importancia de ambos padres y estar presentes en los momentos importantes de sus hijos en todo momento está presente en la película.
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