Adam, un adolescente con discapacidad auditiva, vive su aparente independencia día a día, entablando relaciones casuales por internet, mientras su madre, una ex estrella de rock, sufre un daño cerebral que años de alcoholismo le han dejado. En vísperas de ser institucionalizada, Adam se ve atado al juramento impuesto por su madre de terminar con su vida cuando los médicos no tengan más alternativa de dejarla en cama. El segundo largometraje de la cineasta alemana Maria Solrun utiliza un estilo visual naturalista y de formalidad documental para adentrarse en la psique de un niño obligado a tomar responsabilidades adultas de golpe. Adam es un retrato de la vida del joven adulto moderno, en un mundo donde la estancada economía obliga a tomar decisiones drásticas. Seleccionado en el 39 Foro Internacional de Cine, Adampodrá verse en la Cineteca Nacional del 4 al 9 de julio.
"La película lo orilla a la soledad y a la duda, pero también lo deja aprender la diferencia entre el peso de una herencia familiar y la posibilidad de dejarse encontrar por una perspectiva diferente que le permite elegir su propio lugar frente a la vida y la muerte".
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