William Shakespeare
En un mundo de la fantasía y ciencia ficción tenemos a todos los súper héroes habidos y por haber, pareciera que en el cine cualquier superhéroe es capaz de romper taquilla y posicionar a la casa productora o distribuidora que sea en la que más gané millones de dólares, pero que pasaría si te encontrarás con héroes en la vida real, que además de portar un traje la ilusión tanto a niños como a grandes, que se encuentran en hospitales les alegran el día y por lo regular no nos enteramos de eso. Da gusto que grandes eventos como la CONQUE, que se atrevió a dar la oportunidad y prestar una mesa en el "Callejón del Cuajo" a un equipo de personas que se encargan de llevar rosas e ilusión a los niños, caracterizados o no de superhéroes, invitando a la gente a que se una a ellos o realizar algún tipo de donación (no necesariamente monetaria) llamados "Héroes Públicos".
Solo basta prestar un par de segundos a todo que hacen, para darse cuenta que un héroe va más allá de un antifaz o una capa, los poderes no los obtienen con el Mjolnir o por la picadura a de una araña y tampoco se necesita venir de otro planeta para ser un héroe. Ellos han logrado descifrar el mensaje que por años tanto Marvel como DC han tratado de mostrarnos y eso es básicamente saber ser un héroe en la vida real.
Motivación y ganas de pertenecer a uno de ellos es una sensación que sólo pocos que verdaderamente entiendan el mensaje pueden ser dignos merecedores de recibir una sonrisa del corazón y no de hipocresía.
Más allá de ser Héroes públicos, son "Héroes de vida"
